Frontón cubierto: testimonio vivo de nuevos desafíos

La historia del frontón del Centro Natación Helios comienza a fraguarse con la construcción en 1930 de una pared adosada al chalet original, un espacio humilde que además de resguardar del viento sirvió como el primer escenario para la práctica de la pelota.

La pasión por esta disciplina se transmitió de generación en generación, formando parte esencial de la identidad del club. En su afán por ofrecer a sus deportistas un espacio adecuado para el desarrollo de este deporte, el Centro Natación Helios construyó un nuevo frontón descubierto, siendo clave en la consolidación de la práctica de la pelota como uno de los pilares más importantes de la institución.

Ubicado junto a la pista de baloncesto, este frontón, que comparte pared con el frontón cubierto, se convirtió en un espacio fundamental para la práctica de la pelota. A lo largo de los años, fue escenario de partidos inolvidables, donde la afición, ubicada en el graderío de madera que existía en su lateral, seguía cada jugada con entusiasmo.

La relevancia de los pelotaris del Centro Natación Helios y la gran afición que suscitaba la práctica de la pelota fueron factores clave para que el club decidiera realizar una importante inversión en infraestructuras. En 1985, con el objetivo de ofrecer a los deportistas las mejores condiciones para su desarrollo, se inauguró el frontón cubierto, una moderna instalación para la época. Esta inversión no solo mejoró las infraestructuras del club, sino que también consolidó su compromiso con el deporte, brindando un espacio adecuado para la práctica continua de la pelota. En un emotivo homenaje a la tradición, las piedras del desaparecido Frontón Zaragozano fueron reubicadas en la nueva instalación, conectando el legado histórico con los logros actuales del club.

A lo largo de estos cien años, el Centro Natación Helios ha sido la cuna de una generación de destacados jugadores de pelota, cuyo talento ha colocado al club en el mapa deportivo tanto a nivel nacional como internacional. Este legado, forjado desde los inicios del primer frontón y el compromiso incansable de los deportistas, culminó con los éxitos de Javier Mínguez y Patxi Lasa, quienes, gracias a la formación y el respaldo del club, alcanzaron la cima al consagrarse Campeones del Mundo en 1978 y 1990, respectivamente.

Estos logros marcaron un momento clave en la historia, situó al Centro Natación Helios como una verdadera cuna de campeones, testimonio de la unión entre el esfuerzo individual y el apoyo colectivo que nos define.

Hoy, en el marco del Centenario del Centro Natación Helios, este emblemático frontón no solo preserva su legado, sino que se reinventa como un espacio que conecta el pasado con el futuro.

A lo largo de los años, ha sido un referente en la práctica de la pelota, pero ahora, además de su función tradicional, alberga uno de los mayores rocódromos de Aragón, ofreciendo nuevas oportunidades para los deportistas del presente. Este espacio se adapta a las necesidades de las nuevas generaciones, abriendo sus puertas a disciplinas emergentes como el voleibol, que ya está ganando protagonismo y promete éxitos futuros.

Así, el frontón no es solo un testimonio de la historia, sino también un escenario vivo de nuevos desafíos, donde el compromiso, la dedicación y el espíritu deportivo continúan guiando el camino hacia un futuro lleno de logros.